4 CLAVES PARA RECUPERAR EL DESEO SEXUAL

La sexualidad es un área muy importante de nuestra vida, ya que está íntimamente relacionada con la afectividad y la capacidad de relacionarnos con los/as demás.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sexualidad humana se define como: “un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales”.

Si la sexualidad es una dimensión tan relevante, suele resultar agradable para la mayoría de la población y, además, en pareja es una forma de unión y mantenimiento del vínculo, ¿por qué a veces no se cultiva como el resto de facetas?

Hoy abordaremos una de las dificultades más comunes en sexualidad: la pérdida del deseo sexual.

¿QUÉ ES EL DESEO SEXUAL?

El deseo sexual es una emoción que nos encamina al encuentro íntimo con otras personas o nosotros/as mismos/as.

Es la primera fase de la respuesta sexual humana y, aunque tiene fundamentos biológicos, podemos elegir cómo se vive (se puede controlar, orientar o dar distintos significados) y de qué manera se satisface (prácticas sexuales, una caricia, un abrazo, una fantasía sexual, etc.).  

¿POR QUÉ SE PIERDE EL DESEO SEXUAL?

En muchas ocasiones, el deseo sexual se ve reducido y esto puede provocar diferentes consecuencias a nivel personal y también en la pareja.

El deseo sexual hipoactivo no se explica con una causa única, sino que los factores implicados pueden ser múltiples. Algunos de ellos son:

  • Falta de tiempo: parece algo absurdo, pero muchas personas pierden el deseo sexual por no cultivarlo. El ajetreo diario de una alta carga de trabajo, obligaciones, actividades, etc., conlleva un estrés y “una vida con prisa” que hace imposible disponer de tiempo y relajación para relaciones sexuales.
  • Problemas de pareja: la rutina o un ambiente conflictivo hacen difícil desear tener una relación sexual o disfrutar de ésta.
  • Disfunciones sexuales: cuando existe una disfunción sexual el deseo sexual puede decaer, ya que la disfunción puede producir una ansiedad anticipatoria e, incluso, dolor en algunos casos y la persona prefiere directamente no enfrentarse a la relación sexual.
  • Factores personales: las creencias rígidas sobre el sexo, falta de autoestima, problemas con el propio cuerpo o haber sufrido un abuso sexual son factores que también pueden influir en la pérdida del deseo sexual.

Aunque el deseo sexual se haya visto afectado, es importante tener en cuenta que se puede trabajar y volver a sentir.

4 CLAVES PARA RECUPERAR EL DESEO SEXUAL

En primer lugar, sería necesario acudir a un/a profesional para realizar una terapia sexual y poder saber qué está ocurriendo realmente. Las técnicas pueden ayudar, pero es fundamental conocer qué produce el bloqueo y qué lo está manteniendo para poder plantear un tratamiento ajustado a tus necesidades.

1. Reaprende a disfrutar.

El autocuidado también es muy importante en el ámbito sexual. Si no disfrutas en el día a día o no te cuidas, ¿cómo vas a sentir deseo sexual? Empieza a recuperar los pequeños placeres cotidianos: tomar un café tranquilo/a, una ducha, un masaje…Tener tiempo para ti es clave. ¡Intenta volver a disfrutar y conectar con tu propio cuerpo!

2. Mente en clave erótica.

Los pensamientos tienen un gran poder y nos orientan a la acción. Si, por ejemplo, ahora te digo: “piensa en un delicioso trozo de chocolate, imagínate el sabor, cómo se derrite en tu boca, lo dulce que está…” es muy probable que hayan venido a tu mente imágenes de una onza de chocolate y, quizá, hayas comenzado a salivar o llegues a tener ganas de comerlo. Lo mismo ocurre con el sexo; es más fácil desear algo que pensamos. ¡Piensa en sexo, no pasa nada!

3. Planea el encuentro.

Al principio puede parecerte raro, pero cuando existe una dinámica de vida con prisa y sin tiempo es difícil sacar un hueco para tu sexualidad. Al igual que planeas un horario para el gimnasio o tus actividades de ocio, es importante que busques qué días u horas tienes libres. Deja espacio para tu sexualidad e intenta evitar aquellos momentos donde estás cansado/a después de tu jornada laboral.

No te olvides de escoger un lugar y un ambiente que te generen calma y creen un buen clima sexual.

4. Lee, mira y habla sobre sexo.

Existen muchas películas y literatura erótica que pueden ayudarte a generar pensamientos sobre el sexo y recuperar tu deseo. Este tipo de recursos son muy útiles y puedes utilizarlos en solitario o también compartirlos con tu pareja. Hablar de sexo también te puede ayudar: qué te gustó más, qué te gustaría repetir, etc. Te ayudará a recuperar esas ganas que tanto añoras.

Recuerda que las/os profesionales de la psicología formadas/os en sexualidad podemos ayudarte a mejorar la relación con tu sexualidad. En consulta te ofrecemos un ambiente de tranquilidad y confidencialidad donde podrás expresarte con total libertad y lograrás disfrutar de tu sexualidad completamente.

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