El suicidio constituye un problema de salud pública de primer orden en el que se ven implicados factores psicológicos, sociales y biológicos. Por ello, se considera un fenómeno complejo.
Entendemos por suicidio aquella conducta o conjunto de conductas realizadas por la propia persona que le conducen a la muerte (suicidio consumado) o una situación de peligro para su vida (tentativa de suicidio).
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los últimos 45 años las tasas de suicidio han aumentado un 60% a nivel mundial. El suicidio es una de las tres primeras causas de defunción entre las personas de 15 a 44 años en algunos países y la segunda causa en el grupo de 10 a 24 años. Estas cifras no incluyen las tentativas de suicidio, que son hasta 20 veces más frecuentes que los casos de suicidio consumado.
Como podéis observar, la prevalencia del suicidio es cada vez más elevada, por lo que es necesario trabajar en ello para reducir la incidencia.
¿SE PUEDE PREVENIR EL SUICIDIO?
¡La respuesta es sí!
Desde el 2003, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y la Organización Mundial de la Salud han promovido cada 10 de septiembre el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. El objetivo de este día es concienciar de que el suicidio puede prevenirse.
Si esto es así, ¿por qué las cifras son tan desorbitadas?
Existen muchos desafíos y obstáculos que aún han de combatirse.
A nivel mundial, la prevención del suicidio es una necesidad que no se ha abordado de forma adecuada debido a la falta de sensibilización sobre la importancia de este problema. Además, el suicidio y todo lo relacionado con él sigue siendo un tema tabú, lo que impide que se pueda hablar abiertamente de ello.
¡Es fundamental tener en cuenta que conocer y hablar del suicidio salva vidas!
Por ello, hoy vamos a conocer diferentes mitos y falsas creencias sobre el suicidio, que potencian el desconocimiento y crean prejuicios que impiden en muchas ocasiones ofrecer la ayuda necesaria.
7 MITOS Y FALSAS CREENCIAS SOBRE EL SUICIDIO
Como profesionales de la salud mental, es necesario que sigamos trabajando para prevenir el suicidio. En terapia podemos ayudar a encontrar otra vía de escape a ese sufrimiento y malestar.
Todos/as podemos aportar nuestro granito de arena. No mires hacia otro lado, ¡podemos prevenirlo!
