El síndrome de burnout o de desgaste profesional es un estado de agotamiento psicológico y físico, que se presenta en numerosas personas como resultado de exigencias, agobios, conflictos, estrés o insatisfacción a nivel laboral.
¿QUÉ ES EL BURNOUT?
El síndrome de burnout, también conocido como síndrome del/de la trabajador/a quemado/a, es una afectación psicológica ligada al contexto laboral, que puede repercutir en otros aspectos afectando negativamente a la calidad de vida de la persona.
Como decíamos anteriormente, consiste en un estado de agotamiento emocional, mental y físico persistente relacionado con el entorno laboral.
Suele suceder cuando la persona tiene una sensación de sobrecarga, desmotivación y continuas exigencias o conflictos en su puesto de trabajo; lo que comúnmente se denomina “estar quemado/a”. Por ello, las personas con burnout suelen presentar altos niveles de estrés y encontrarse agotados/as tanto física como emocionalmente.
Como consecuencia, puede reducirse su interés en desarrollar sus funciones habituales y disminuir su rendimiento laboral. Además, en ocasiones, el síndrome de burnout puede desencadenar sintomatología ansiosa o depresiva, repercutiendo, por tanto, en la calidad de vida de la persona.
SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DE BURNOUT
El nombre de este síndrome consiste simplemente en una etiqueta, que engloba un conjunto de síntomas, generada con el objetivo de poder darle un nombre general para referirnos a esta sensación.
El burnout es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una dificultad que deteriora la salud física y mental de las personas.
Conocer los síntomas del burnout es importante, ya que nos permite identificarlo a tiempo y poder abordarlo antes de que el problema empeore. La persona que padece el síndrome de burnout suele manifestar algunos de los siguientes síntomas:
- Sensación de agotamiento, cansancio o falta de energía.
- Sentimientos de frustración al no conseguir los objetivos deseados a pesar del esfuerzo invertido en las tareas.
- Dificultad para concentrarse en el trabajo.
- Dificultad para desconectar del trabajo al finalizar la jornada laboral.
- Estado de ánimo irritable y sensación de nerviosismo.
- Sensación de desbordamiento ante las demandas recibidas.
- Dificultad para disfrutar de actividades o tareas que anteriormente resultaban placenteras.
- Disminución del rendimiento laboral y absentismo laboral en casos avanzados.
- Actitud crítica con el entorno laboral.
- Dolencias físicas como, por ejemplo, dolores musculares, dolor de cabeza, desórdenes gastrointestinales, afecciones en la piel, mareos, etc.
¿QUÉ PUEDE CAUSAR EL BURNOUT?
Un/a trabajador/a puede sufrir el síndrome de burnout al estar expuesto/a durante un largo periodo de tiempo a situaciones laborales complicadas, que impliquen:
- Jornada laboral extensa, es decir, horarios de trabajo largos.
- Un elevado nivel de exigencia, que requiere una gran cantidad de energía o recursos del/de la trabajador/a.
- Un desajuste entre el nivel de desempeño y los recursos ofrecidos, es decir, un excesivo nivel de trabajo sin los recursos necesarios para llevarlo a cabo adecuadamente. Por ejemplo, falta de material o personal, límites de tiempo muy ajustados, condiciones de presión o estrés, etc.
- Un ambiente laboral deteriorado.
- Un estado de sobrecarga emocional al permanecer en continuo contacto con un clima de desesperanza, sufrimiento y angustia. Por ejemplo, personas enfermas o con un alto grado de dependencia. De hecho, en cuanto a las profesiones, el burnout es muy frecuente en el personal docente y sanitario (ahora aún más debido a la crisis sanitaria causada por el COVID-19 y el sobreesfuerzo realizado por nuestros/as sanitarios/as).
7 TIPS PARA EVITAR EL SÍNDROME DE BURNOUT O DE DESGASTE PROFESIONAL
El desgaste profesional puede afectar a cualquier persona. Para que puedas lidiar con las demandas y exigencias de tu entorno laboral en tu día a día, te propongo una serie de tips que te ayudarán a evitar el síndrome de burnout.
1. Evita la multitarea.
Céntrate solamente en una tarea y observa la satisfacción que sientes cuando logras ir terminando tareas pendientes. ¡Felicítate por ello!
2. Escucha a tu cuerpo: ¡pausa!
Intenta identificar las señales que te manda tu cuerpo. Si detectas que estás cansado/a, haz pausas de 5-10 minutos, aproximadamente. Por ejemplo, puedes tomar algo, hacer estiramientos corporales, salir a tomar el aire, etc. Pon el foco en tus sensaciones corporales y permítete darle un respiro a tu cerebro.
3. Gestiona tu agenda.
Define aquello que consideras urgente e importante y trata de organizar tu tiempo priorizando este tipo de actividades. ¡No podemos hacer todo a la vez!
4. Pide ayuda si lo necesitas y delega.
Es importante asumir que somos humanos/as y no podemos abarcarlo todo. No pasa nada por pedir ayuda; confía en las personas que te rodean y aprende a delegar.
5. ¡Autocuidado!
Como siempre, ¡no te olvides de ti, tú eres lo primero! Trata de cuidar tu descanso (7-8 horas de sueño), tu alimentación y realizar ejercicio físico.
A veces es complicado, pero necesitamos poner nuestros propios límites y comunicarlo. Expresa tu descontento, tus propuestas de mejora y establece hasta dónde estás dispuesto/a a asumir en función de los recursos que te facilitan.
7. Busca la motivación.
Procura enfocarte en los aspectos amenos de tu trabajo, en aquello que te gusta y te hace sentir bien. Si hay algo que puedas cambiar, ocúpate de ello y trata de mejorarlo. ¡La motivación hay que buscarla y alimentarla cada día!
Estos siete tips te ayudarán a evitar el síndrome de burnout o de desgaste emocional en el ámbito laboral.
Si tus sensaciones desagradables permanecen, pide ayuda especializada; en PsicoLaume, a través de nuestro servicio de terapia online, podemos ayudarte a gestionar estas dificultades para que puedas recuperar el bienestar en tu día a día.