Después de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus y el confinamiento vivido, retomar nuestra rutina diaria y enfrentarnos al contacto con “la nueva normalidad” no está resultando sencillo.
Durante estos meses nuestra vida ha cambiado tanto a nivel personal como a nivel social. Además, esta situación cargada de incertidumbre ha sumergido en una montaña rusa de emociones a gran parte de la población. Todo ello, unido a la angustia por el miedo al contagio de coronavirus, el estado de salud de familiares o amigos/as, y la preocupación por la crisis económica, hace que la vuelta a esta nueva normalidad sea más complicada.
“¡NO QUIERO VOLVER A LA NORMALIDAD!”
Está siendo frecuente encontrarnos personas que afirman no querer volver a esa normalidad. Volver al trabajo, a las obligaciones cotidianas y enfrentarse al mundo exterior supone un cambio y una ruptura con estos meses de confinamiento.
Muchas personas han encontrado beneficios a esta cuarentena como, por ejemplo, el tiempo para uno/a mismo/a, pasar más tiempo en familia, no aguantar los atascos al ir a trabajar, etc. Asimismo, es necesario recordar que esa nueva normalidad no será igual que la que conocíamos anteriormente y el miedo ante lo desconocido puede producir rechazo.
¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS DEL CONFINAMIENTO?
Como ya vimos al principio del confinamiento y hemos comentado durante varios post, la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus ha provocado un gran malestar psicológico.
Algunas de las consecuencias del confinamiento más observadas en sesión son:
- Miedo a salir a la calle.
- Angustia o aumento del nivel de ansiedad.
- Miedo a la enfermedad.
- Dificultad para dormir o cambio en el ciclo del sueño.
- Aumento de conductas compulsivas relacionadas con la limpieza.
- Miedo al uso del transporte público.
- Aislamiento social.
- Síntomas de estrés agudo que pueden favorecer la aparición de estrés postraumático.
- Estado de alerta e hipervigilancia por síntomas físicos.
- Aparición de síntomas ansioso-depresivos o agravación de estos si ya se manifestaban.
- Sensación de falta de control e incertidumbre.
- Pensamientos catastróficos y desesperanza ante el futuro.
A pesar de tener presentes estas posibles consecuencias del confinamiento, es importante normalizar las emociones experimentadas durante la cuarentena. Recuerda que todas las emociones cumplen una función adaptativa en nuestro organismo y, por tanto, es normal que te hayas sentido angustiado/a, tenso/a, confundido/a, etc.
Es fundamental que tengas presente que estamos ante un proceso de adaptación; ¡respeta tus tiempos!
7 ESTRATEGIAS PARA VOLVER A LA “NUEVA NORMALIDAD”
Como ya se ha mencionado, es necesario tener en cuenta que, por el momento, nuestra realidad no va a ser la misma que conocíamos antes. Por ello, quizá sea necesario hacer algunos cambios o modificaciones para poder reorganizar nuestro día a día y adaptarnos a esta “nueva normalidad”.
1. Aceptar la realidad.
Como decíamos, nuestra realidad ha cambiado y es necesario adaptarnos a ella. Es algo que no podemos cambiar, por lo que luchar contra ello no va a darnos resultados y nos puede producir emociones como rabia, impotencia o frustración. Intenta centrarte en las soluciones y tomar las decisiones que consideres adecuándolas a las circunstancias actuales.
2. Analiza tus preocupaciones.
Intenta separar los problemas por áreas (trabajo, familia, salud, situación económica…) de la forma más objetiva posible. Describe los hechos ocurridos y cómo te han afectado, intentando no caer en juicios de valor. ¡Anótalo y organízalo en tu cabeza!
3. Gestiona tu miedo.
Como toda emoción, el miedo es adaptativo aunque resulte desagradable. Sin embargo, cuando es muy intenso puede llegar a bloquearnos. Por ello, intenta identificar aquellos pensamientos que sean catastróficos y distorsionados para poder frenarlos. Nuestro cerebro es muy potente y esos pensamientos repercuten en cómo nos sentimos.
4. Conserva lo positivo que has vivido durante el confinamiento.
Durante esta cuarentena hemos descubierto muchas cosas nuevas que han podido gustarnos. No tienes por qué desprenderte de ellas. Piensa en qué cambios quieres hacer en tu día a día y adapta tu ritmo para poder hacerles un hueco.
5. Establece metas realistas.
Es recomendable establecer objetivos a corto plazo y empezar con pequeños pasos que nos guíen hasta conseguir el objetivo final. Se trata de volver a la “nueva normalidad”, pero no es necesario afrontar todos los cambios de golpe el primer día.
6. Potencia el autocuidado.
Realiza aquellas actividades que te gusten y te resulten placenteras. Dedícate tiempo y permítete relajarte y desconectar. Has afrontado esta situación y también tienes que recompensarte. Tienes derecho a seguir adelante, sonreír y disfrutar. ¡Es el momento de cuidarte!
7. Pide ayuda si lo necesitas.
Si tu malestar va en aumento y sientes que no puedes gestionar esta situación, ten presente que no estás solo/a; puedes pedir ayuda psicológica. Es una decisión difícil, pero cargada de valentía. En terapia podrás afrontar tus miedos, enfrentarte a esta nueva realidad y conseguir sentirte mejor. Ya sabes que tienes a tu disposición la modalidad online para realizar las sesiones.
Intenta poner en práctica estas 7 estrategias para volver a la “nueva normalidad” y, si quieres, puedes dejarnos tus dudas o contarnos tu experiencia en el apartado de comentarios.
Recuerda que durante la “nueva normalidad” es necesario mantener las pautas recomendadas por Sanidad (lavado de manos, distancia social, uso de mascarilla, etc.) para seguir controlando la propagación del coronavirus.