¿Tienes en un tu círculo cercano alguien con depresión o trastorno de bajo estado de ánimo?
¿Te cuesta saber cómo ayudarle y no sabes cómo actuar?
En consulta observamos con frecuencia que muchas personas con depresión se sienten incomprendidas, solas e, incluso, juzgadas por su entorno.
Es cierto que la sintomatología del estado de ánimo bajo predispone a sentirse aislado/a, pero es necesario destacar que, a menudo, socialmente se asocia la depresión con la falta de voluntad o la pereza. Esto hace que, en ocasiones, los/as familiares o amigos/as de la persona con depresión pongan en práctica estrategias que sólo aumentan el nivel de malestar y la sensación de tristeza y soledad.
Por ello, hoy vamos a hablar sobre algunas pautas que pueden ser de gran ayuda para poder ofrecer soporte emocional si tienes a alguien cerca con depresión o bajo estado de ánimo.
¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO?
Los trastornos del estado de ánimo aluden a diferentes alteraciones en el estado emocional o anímico de las personas.
El más frecuente de todos ellos es el trastorno de bajo estado de ánimo, que comúnmente se conoce como depresión. Consiste en un conjunto de síntomas afectivos, cognitivos e, incluso, somáticos mantenidos en el tiempo, que producen un malestar elevado.
Es necesario diferenciar esta alteración psicológica de la utilización coloquial del término depresión como sinónimo de tristeza cotidiana.
La tristeza es una emoción básica que todos/as sentimos en ciertos momentos puntuales y es adaptativa en nuestro día a día. Sin embargo, el trastorno depresivo va más allá de esto, ya que el conjunto de síntomas suele darse simultáneamente y mantenido en el tiempo.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN?
Para reconocer la depresión es fundamental conocer en qué consiste y su sintomatología.
El trastorno de bajo estado de ánimo es multidimensional, es decir, los síntomas son tanto afectivos (tristeza, irritabilidad, desesperanza, etc.), como cognitivos (dificultad para concentrarse, para tomar decisiones, exageraciones, etc.) y somáticos (alteración del sueño, del apetito, cefalea, etc.).
Los síntomas de la depresión son los siguientes:
- Presencia de tristeza o sensación de vacío persistente en el día, durante varios días consecutivos. En población infantojuvenil, es frecuente encontrar la irritabilidad como síntoma central.
- Pérdida de interés o placer por actividades que anteriormente resultaban agradables.
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesivos y recurrentes.
- Alteraciones del sueño: dificultad para dormir o dormir más de lo habitual.
- Alteración del apetito, que puede ir acompañada de una pérdida o aumento de peso significativa.
- Falta de concentración.
- Sensación de fatiga o cansancio frecuente.
- Pensamientos negativos relacionados con uno/a mismo/a.
¿QUÉ ERRORES SE COMETEN AL INTENTAR AYUDAR A ALGUIEN CON DEPRESIÓN?
Uno de los errores más comunes es el que comentábamos anteriormente: confundir la depresión con la tristeza.
Como veíamos, la tristeza no es un estado patológico sino todo lo contrario. Es una respuesta emocional ante determinadas circunstancias, que nos facilita la reflexión y la toma de contacto con uno/a mismo/a y desaparece con el paso de los días. Sin embargo, la depresión es un trastorno del estado de ánimo que incluye la sintomatología que hemos mencionado anteriormente.
Otro error frecuente consiste en creer que la depresión es simplemente falta de voluntad por parte de la persona que la sufre. Es necesario tener presente que la depresión no es simplemente un estado emocional, sino que, como hemos visto, va mucho más allá.
Por último, me gustaría destacar otro comportamiento muy habitual que tampoco ayuda a las personas que tienen un trastorno de bajo estado de ánimo: proponer actividades fuera de contexto en esa situación como, por ejemplo, ir a una fiesta. Es posible que este tipo de planes potencien la sensación de soledad y tristeza, debido al contraste emocional de la actividad con el estado de ánimo propio. Por ello, es recomendable proponer actividades más íntimas como un paseo, deporte, salir a tomar algo, etc.
A veces, los familiares o amigos/as realizan este tipo de conductas y, aunque su intención es apoyar y ayudar, la persona con depresión se siente incomprendida y con un mayor nivel de presión. Expresiones como “no es para tanto” o “venga, anímate” tienen un efecto contraproducente y potencian los sentimientos de malestar y culpabilidad.
¿CÓMO AYUDAR A UNA PERSONA CON DEPRESIÓN?
A continuación, te propongo cinco pautas que te ayudarán para poder ofrecer ayuda si tienes a alguien cerca con depresión o bajo estado de ánimo.
1. Conoce la depresión: infórmate sobre el trastorno de bajo estado de ánimo, sus síntomas y cómo se manifiesta. El primer paso para poder ayudar es conocer realmente cómo se siente tu familiar o amigo/a.
2. Apoyo incondicional: trata de escuchar cómo se siente, acepta sus decisiones o propón actividades con las que pueda sentirse a gusto. Además, del mismo modo que necesitan ayuda, también necesitan un espacio de no protección, donde se pueden cometer errores o tener periodos de estancamiento, que es muy importante respetar.
3. Fuera presión y culpa: recuerda que la persona no quiere sentirse mal, intenta no emitir comentarios que generen en él/ella sentimientos de culpabilidad, que potencien los síntomas de la depresión.
4. Valora los avances: focaliza tu atención en aquellas cosas que poco a poco va logrando y haciendo. A veces no serán grandes cambios, pero sí son muy importantes.
5. Recomienda ayuda especializada: tomar la decisión de acudir a terapia psicológica no es fácil, pero el tratamiento psicológico será de gran utilidad para que tu familiar o amigo/a llegue a sentirse mejor en su día a día.
En PsicoLaume utilizamos la terapia cognitivo-conductual y la terapia EMDR (tratamientos eficaces, con base neurobiológica y comprobados científicamente) para superar el bajo estado de ánimo o depresión. Evaluaremos qué tipo de metodología se ajusta mejor a tu caso para garantizar el éxito terapéutico.
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