Uno de los momentos más esperados del año es la llegada de las vacaciones de verano. Durante estos días por fin podemos desconectar de la rutina, alejarnos del estrés y disfrutar al máximo de nuestro tiempo libre.
Durante las vacaciones, las personas suelen pasar más tiempo con su pareja y aprovechan para organizar algún viaje o escapada. El verano se vuelve la excusa perfecta para disfrutar de más momentos a solas sin los problemas del día a día.
Sin embargo, las estadísticas avalan que cada año la mayor parte de las rupturas de pareja, separaciones y divorcios se producen después de las vacaciones de verano.
¿POR QUÉ AUMENTAN LAS RUPTURAS DE PAREJA EN VACACIONES?
En muchas ocasiones las vacaciones en pareja no resultan tan idílicas como se habían planteado en un principio. A veces, ese tiempo tan anhelado con la pareja se convierte en unos días donde las discusiones y los conflictos aumentan, generando tensiones y, en el peor de los casos, la ruptura.
Existen muchos factores que pueden intervenir en la aparición de una crisis de pareja después del verano o durante las vacaciones. Se sabe que uno de los principales es precisamente aquel que inicialmente ilusiona: el tiempo juntos/as.
La convivencia constante es una auténtica prueba de fuego. Durante el resto del año, muchas parejas están ocupadas con las obligaciones diarias, por lo que comparten escasas horas al final de la jornada. Sin embargo, durante el verano o las vacaciones han de adaptarse a la nueva situación de pasar más tiempo juntos/as, donde pueden aparecer problemas de comunicación, conflictos, etc. Muchas parejas descubren que no saben tomar decisiones en equipo ni organizar unos días unidos/as.
Asimismo, las altas expectativas pueden influir negativamente si se rompe el esquema idílico que podríamos tener inicialmente en nuestra mente. Si algo no va tan bien como lo habíamos planificado y deseado, es frecuente que aparezcan sensaciones de tristeza y decepción.
Es necesario tener en cuenta que muchas parejas utilizan los viajes de verano como recurso para solucionar problemas de pareja previos que arrastran en el día a día; algo que a veces dificulta aún más la convivencia en pareja.
PAUTAS PARA REDUCIR LOS CONFLICTOS EN PAREJA DURANTE EL VERANO
1. Planificad juntos/as las vacaciones: elegid un destino que os guste o llame la atención, que tenga aspectos atractivos para ambos/as. Quizá vuestros gustos no coincidan, pero podréis encontrar algo que reúna todo lo que cada uno/a quiere. Es importante que penséis qué sitios os gustaría visitar o qué actividades queréis hacer, para favorecer las decisiones durante los días que os vayáis.
2. Flexibilidad: no todo puede ser perfecto ni como nosotras/os queramos. Intentad ser flexibles con vuestra pareja y realizar ciertas concesiones. Aprender a ceder es uno de los grandes aprendizajes en una relación de pareja que os ayudará a comprenderos mejor.
3. Responsabilidad compartida: es importante repartir las tareas, ya que el verano es para que ambos/as podáis disfrutar y descansar. Distribuid tanto los aspectos propios de la preparación del viaje (reservas, comprobar el estado del coche, hacer las maletas, etc.) como durante la convivencia (limpieza, compra, ocio, etc.). Esto os ayudará a reforzar la complicidad de pareja y reducir el nivel de estrés.
4. Comunicación: ya sabéis que es un factor clave. Intentad expresar en todo momento lo que queréis, cómo os sentís y escuchar de forma activa. Con asertividad, podéis llegar a un acuerdo y conseguir un término medio que os haga sentir bien.
5. Intimidad: aprovechar este tiempo de tranquilidad es muy importante para sentiros totalmente cómodos/as con vuestra pareja, vivir momentos de calidad, de cercanía y espacio para el deseo y las relaciones sexuales.
Con estas pautas podéis tratar de reducir los conflictos que surjan durante el verano, para poder aprovechar realmente de estas vacaciones en armonía. Recordad que lo importante es hacer un buen equipo.
