Para bastantes personas el año empieza en septiembre. Este mes marca para muchos/as el fin de las vacaciones y la vuelta al trabajo y a los estudios.
Tras días de desconexión y descanso, llega la hora de volver a la rutina, los horarios y las responsabilidades. Para algunas personas esto supone un verdadero reto y pueden aparecer emociones como ansiedad, estrés, tristeza, etc.
Además, especialmente este año debido a la crisis sanitaria por COVID-19, estamos observando un aumento de esta sensación de malestar. El miedo al contagio, la incertidumbre del día a día y la dificultad para organizar la vuelta al trabajo/estudios hacen que estemos expuestos/as a un mayor nivel de estrés y angustia. Por ello, volver a la rutina en septiembre este año puede hacerse aún más cuesta arriba.
¿EXISTE EL SÍNDROME POSTVACACIONAL?
En primer lugar, es importante tener en cuenta que las vacaciones son un momento muy agradable que todos/as esperamos durante el año. Por ello, es lógico que cuando finalizan aparezcan ciertas emociones desagradables y nuestro deseo por continuar descansando.
¡Es normal que los primeros días o semanas te cueste volver a la rutina y no tengas ganas de volver a trabajar o estudiar!
Sin embargo, en ocasiones estas emociones se adueñan de nuestro día a día, imposibilitando un buen rendimiento o disminuyendo el nivel de concentración.
Comúnmente habréis oído el término “síndrome postvacacional”, que alude al estado anímico en el proceso de adaptación entre un período de vacaciones y la vuelta al trabajo, produciendo sensaciones de ansiedad, estrés, tristeza, irritabilidad y dificultad para retomar las actividades cotidianas.
Es necesario saber que este término es simplemente una etiqueta creada para describir el conjunto de conductas observables y emociones, que hemos explicado al principio. Es decir, lo fundamental es el bienestar percibido y no el nombre que se haya creado para denominarlo.
¿CÓMO HACER QUE LA VUELTA A LA RUTINA EN SEPTIEMBRE NO SEA TAN DURA?
Se ha estudiado que existen diferentes factores que pueden influir en esta dificultad para volver a la rutina como, por ejemplo, el nivel de estrés al que se esté expuesto/a en el trabajo/estudios, un mal ambiente laboral o académico, conflictos interpersonales, etc.
A pesar de dichas posibles circunstancias, podemos seguir ciertas pautas para hacer la vuelta a la rutina lo más sencilla posible. Nuestra actitud y nuestra forma de actuar son fundamentales para lograr una buena adaptación a la vuelta de vacaciones.
1. Entiende y normaliza.
Como ya hemos comentado, es totalmente normal sentir cierto malestar al reincorporarnos. Recuerda que es algo transitorio y tu cuerpo se está adaptando y acostumbrando al nuevo ritmo.
2. Incorpora patrones habituales de sueño y alimentación.
Durante las vacaciones, los hábitos de alimentación y sueño se ven frecuentemente alterados. Por ello, es recomendable reajustar lo antes posible tus patrones habituales para facilitarle el trabajo a tu cuerpo.
3. Si puedes, regresa unos días antes.
Para los/as que todavía no habéis regresado de vuestras vacaciones, es recomendable regresar unos días antes de volver al trabajo/estudios para que el cambio no sea tan brusco. ¡Necesitas aclimatarte!
4. Incorpórate de forma gradual.
El período de adaptación es fundamental y, por ello, se aconseja ir incorporando los hábitos de forma paulatina. Es decir, no incorporar todas nuestras actividades de golpe sino de forma escalonada y progresiva.
5. Organiza tu agenda.
Intenta planificar las diferentes tareas (trabajo, ocio, colegio, etc.), limitando parcelas de tiempo y establece prioridades entre ellas. ¡Distingue lo importante de lo urgente!
6. Plantea objetivos realistas.
Como decía al principio, para muchas personas septiembre marca el comienzo del año y es momento de plantearse metas. Ten en cuenta que éstas deben ser realistas y han de ajustarse a nuestras posibilidades. Esto nos ayudará a ilusionarnos y sentir ganas de lograrlo.
7. Retoma el ocio.
Volver al ámbito laboral o académico también tiene su lado dulce. Realiza actividades placenteras para ti, escoge lo que te gusta y la compañía. Es importante tener momentos para descansar y recargar la energía.
Intenta poner en práctica estas recomendaciones, siempre teniendo en cuenta las medidas de seguridad que todos/as tenemos que seguir actualmente para frenar la pandemia de COVID-19.
Adaptarte de forma progresiva a la rutina puede ayudarte a mejorar tu estado de ánimo, lograr una mayor concentración en tu día y a día y, consecuentemente, obtener un rendimiento mayor en tu trabajo. ¡Septiembre puede ser bonito, no dejes de intentarlo!