¿EXISTE EL SÍNDROME DE DEPRESIÓN POST-VACACIONAL?

Ya hemos entrado de lleno en septiembre y el verano ha llegado a su fin. Para muchas personas la vuelta a la rutina y a las obligaciones supone un desajuste y se hace muy cuesta arriba.

El llamado síndrome post-vacacional, también conocido como depresión postvacacional, es un concepto que se refiere a un cúmulo de emociones desagradables que surgen al readaptarse a las tareas laborales después de un período de vacaciones.

Pero, ¿realmente existe el síndrome postvacacional o es sólo una expresión para manifestar la desmotivación de abandonar el relax de las vacaciones, el sol y la tranquilidad por el ambiente de oficina, la luz artificial y la rutina?

¡Lo descubrirás en este post!

¿QUÉ ES EL “SÍNDROME POST-VACACIONAL”?

Este término hace referencia al estado anímico en el proceso de adaptación entre un período de vacaciones y la vuelta al trabajo, produciendo sensaciones de ansiedad, estrés, tristeza, irritabilidad y dificultad para retomar las actividades cotidianas.

En ocasiones estas emociones se adueñan de nuestro día a día, imposibilitando un buen rendimiento o disminuyendo el nivel de concentración.

¡Pero es normal que los primeros días o semanas te cueste volver a la rutina y no tengas ganas de volver a trabajar o estudiar!

ENTONCES, ¿EXISTE EL SÍNDROME POSTVACACIONAL?

Aunque popularmente se conoce como síndrome o depresión postvacacional, estas sensaciones son una respuesta de adaptación normal ante un cambio de contexto.

Como hemos comentado, pasamos de un periodo cargado de reforzadores positivos (vida social, actividades y lugares agradables, etc.) y un horario completamente flexible, sin responsabilidades a un contexto cargado de obligaciones, un menor tiempo para nuestras actividades de ocio y vida social (pérdida de reforzadores) y un horario más rígido y exigente.

Por lo tanto, es necesario saber que este término es simplemente una etiqueta creada para describir el conjunto de conductas observables y emociones, que hemos explicado al principio. Es decir, lo fundamental es el bienestar percibido y no el nombre que se haya creado para denominarlo.

¡Cuidado con el uso de las etiquetas!

¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE EL USO DE LAS ETIQUETAS DIAGNÓSTICAS?

La función principal de las etiquetas diagnósticas es facilitar la comunicación entre los/as especialistas de la salud, en este caso.

Sin embargo, su utilización tiene otra serie de consecuencias no tan ventajosas. En muchas ocasiones las etiquetas potencian la patologización de dificultades o problemas de la vida cotidiana. Además, existe un riesgo de atribuir todo lo que sucede a dicha etiqueta, lo que contribuye a un afrontamiento pasivo del problema en cuestión.

Asimismo, es necesario tener en cuenta los factores del contexto. Por ejemplo, en este caso, es importante prestar atención al ambiente percibido en el trabajo, las condiciones laborales, aspectos económicos, etc.

Por tanto, sentirse más irritable, ansioso/a, triste o apático/a con la vuelta a la rutina es completamente normal.

No se trata de un trastorno, es un proceso de adaptación.

Si sientes que tus síntomas se prolongan en el tiempo, no dudes en buscar ayuda profesional; independientemente de la etiqueta, es importante gestionar nuestras emociones para poder sentirnos bien.

Facebook
Twitter
Email
Print

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Otros artículos que podrían interesarte

¡RECURSO AUDITIVO GRATIS!

TÉCNICA GUIADA DE RESPIRACIÓN POR CICLOS

Suscríbete a nuestra newsletter y recibirás un audio con la técnica de respiración por ciclos guiada por Laura Moreno Escobar para comenzar a TRABAJAR EN TI Y EN TU ANSIEDAD