La aparición de la pandemia de Coronavirus, el Estado de Alarma y el confinamiento han supuesto un cambio en nuestras vidas. Como vimos, esto conllevó en muchas personas un aumento del nivel de ansiedad, estrés e insomnio.
La nueva normalidad nos permitió ir retomando poco a poco nuestra actividad cotidiana, adaptándonos siempre a la situación y teniendo presentes las medidas de seguridad para evitar el contagio del COVID-19.
Sin embargo, la pandemia sigue presente y el aumento de contagios nos indica estar viviendo esa segunda ola.
¿CÓMO AFRONTAR PSICOLÓGICAMENTE ESTA SEGUNDA OLA DEL COVID-19?
En primer lugar, es fundamental identificar y aceptar nuestras emociones. Ante esta situación y la incertidumbre diaria es normal que aparezcan emociones de tristeza, miedo, cansancio y agotamiento emocional. ¡No te sientas mal por sentirlo!
Te animo a que expreses y compartas estas emociones, pues seguramente podrás comprobar que no eres el/la único/a que las experimenta.
Por otro lado, durante esta segunda ola se ha observado que existe un aumento de la tristeza y culpabilidad por dejar de ver a nuestros familiares y amigos/as por seguir las recomendaciones sanitarias.
En consulta estamos encontrando numerosos casos de personas que están sufriendo al sentir que “están perdiendo algo” al evitar situaciones de riesgo, así como la necesidad de rendir cuentas o dar explicaciones a sus familiares y amigos/as al querer seguir las pautas sanitarias. Incluso, en redes sociales, estos mensajes están siendo cada vez más frecuentes. Ante este hecho nos asalta una pregunta: ¿es normal sentirnos culpables por intentar hacer las cosas bien?
¿ES NORMAL SENTIRNOS CULPABLES POR INTENTAR HACER LAS COSAS BIEN?
Desde PsicoLaume, queremos sumarnos a las palabras de la vocal del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid: sí, es normal que aparezcan sentimientos de malestar, tristeza o culpa, sobre todo entre la población joven.
Actualmente recibimos mensajes diarios donde nos piden responsabilidad y conciencia social. Sin embargo, en muchas ocasiones, a nivel social muchas personas se exponen a comentarios completamente opuestos como: “¿por qué no vienes hoy?”, “eres un exagerado/a, no puedes vivir así”, “¿no te fías de nosotros/as? Si somos amigos/as”, etc.
Esta ambigüedad genera presión y dificultades en la comunicación, pues se genera un miedo a decir o una sensación de obligación a tener que hacerlo. Somos seres sociales, pero en los jóvenes es aún más importante la pertenencia a un grupo.
Además, es preciso señalar un factor determinante en todas estas sensaciones: el cansancio acumulado. La fatiga psicológica al enfrentarnos a esta situación durante un período de tiempo prolongado dificulta lidiar con esta nueva normalidad.
¿CÓMO REDUCIR O EVITAR ESAS SENSACIONES?
Además de las pautas ya recomendadas durante la primera ola para reducir y afrontar al malestar psicológico ante la pandemia de Coronavirus, existe un factor clave actualmente que puede ayudarnos a reducir estas emociones de tristeza o culpabilidad: la comunicación.
Es momento de poner en práctica nuestra asertividad y expresar cómo nos sentimos a nuestro grupo cercano.
Como sabéis, la asertividad consiste en defender tus propios derechos, saber decir «no», expresar tus opiniones, deseos y sentimientos, respetando en todo momento los de la otra persona. El mensaje ha de comunicarse de forma honesta y transparente, sin dominar ni ofender a los/as demás.
No pasa nada por expresar tu miedo a que tu familia se pueda contagiar, comunicar que no te sientes cómodo/a en determinada situación o no querer que alguien se quite la mascarilla en tu presencia.
Recuerda que te estás adaptando a una situación completamente novedosa; ¡nadie nos ha enseñado a vivir en una pandemia! Permítete aprender a gestionar esta situación y normalizar tus emociones. Y, por supuesto, ten presente que seguir las recomendaciones sanitarias significa proteger a tus seres queridos y ayudar a que esta situación acabe lo antes posible. ¡Eres parte de la solución!
