Actualmente, gracias a los avances en la investigación médica, se ha redefinido el concepto de salud. Es decir, ya no se entiende la salud sólo como un constructo físico, sino que se incluyen también la salud mental y social.
Definir la salud mental es muy importante, ya que es el punto de partida y anclaje para poder realizar un buen trabajo a nivel sanitario. Conocer en qué consiste este concepto nos ayuda a abordar correctamente los diferentes problemas psicológicos y, por supuesto, a mantener un estado de salud adecuado a nivel general.
Llama mucho la atención observar que la mayoría de personas pueden definir a grandes rasgos qué es una enfermedad mental o dar algún ejemplo de algún trastorno.⠀⠀⠀
Sin embargo, no ocurre lo mismo con el concepto de salud mental, que es aparentemente el término opuesto. ¡¿No os resulta curioso?!⠀
Por consiguiente, podemos observar que el término salud mental es un concepto más complejo de lo que puede parecer en un principio.
Entonces, ¿qué es la salud mental?
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La salud mental es el estado de bienestar subjetivo donde nos sentimos capaces de enfrentarnos a las demandas cotidianas y somos conscientes de nuestras capacidades, que nos ayudan a adaptamos al mundo de forma eficiente.⠀
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Por lo tanto, es un equilibrio a nivel biológico, psicológico y social, que nos permite disfrutar de nuestro día a día.⠀
¿Cuáles son las principales características de la salud mental?⠀⠀
- La salud mental NO es sólo la ausencia de enfermedad, malestar psicológico o trastorno.⠀
- Se desarrolla a lo largo de la vida: es producto del proceso de desarrollo de una persona y no algo que aparece de forma espontánea.⠀
- Incluye pensamientos, emociones y conductas. Es decir, la salud mental no sólo implica presentar una forma específica de pensar, sino también de sentir y hacer.⠀
- Tiene influencia cultural. Teniendo en cuenta que una de las bases de la salud mental es la adaptación a lo que nos rodea, es importante tener en cuenta que en el mundo hay muchas culturas donde existen diferentes concepciones. Por lo tanto, lo que en un lugar puede ser adaptativo y sano mentalmente, en otro lugar no. Un ejemplo de esto lo podemos encontrar en las diferentes formas de gestionar las emociones en diferentes culturas o países.
- Relación mente-cuerpo.⠀»Mens sana in corpore sano», ¿os suena? La presencia de alteraciones médicas es un factor a tener en cuenta en la salud mental, y viceversa. Por ello, el ejercicio físico y el mantenimiento de hábitos de vida saludables favorece el equilibrio y, por consiguiente, el bienestar y la salud mental.
- La salud mental se trabaja. Igual que ocurre con la salud física, la salud mental también se entrena. Podemos aprender estrategias y medidas que nos ayuden a potenciar nuestro estado de salud mental y prevenir ciertas dificultades.⠀
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A pesar de esto, es importante recalcar que una persona con un buen nivel de salud mental puede sufrir malestar o padecer alguna patología ante determinadas situaciones.
En definitiva, la salud mental no debería entenderse como un objetivo o meta, sino como algo que forme parte de nuestro día a día.
