Como ya sabéis, la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus ha supuesto un cambio en nuestro día a día.
Hemos hecho frente a una situación completamente nueva y cargada de incertidumbre que ha generado una montaña rusa de emociones en muchas personas.
No sólo hay que tener en cuenta el confinamiento y el aislamiento social como únicos cambios sociales. Recordemos que el personal sanitario de nuestro país ha estado expuesto a grandes niveles de estrés, cuadros clínicos graves y situaciones delicadas para poder salvar la vida de sus pacientes. También otros/as trabajadores de otros sectores laborales han sufrido altos niveles de estrés al haberse mantenido activos/as para ofrecer sus servicios a la sociedad. Asimismo, muchas familias han vivido en primera persona los daños del coronavirus teniendo algún familiar o amigo/a infectado e, incluso, el fallecimiento y la pérdida de un ser querido a causa de la COVID-19.
Por lo tanto, todas estas situaciones han podido generar un gran impacto emocional y suponer una experiencia traumática a muchas personas.
¿QUÉ ES UN TRAUMA?
El trauma es una herida psicológica a nivel emocional, que puede haber sido provocada por diversas situaciones.
El trauma es un shock emocional, que normalmente aparece cuando la persona ha sido expuesta a una situación potencialmente traumática, es decir, estresante y amenazadora que ha sobrepasado sus mecanismos de afrontamiento. Puede surgir cuando se sufre un intenso miedo y no somos capaces de gestionarlo en ese momento.
Sin embargo, no todos los traumas son resultado de un episodio puntual. En ocasiones, se puede producir un trauma por acumulación de situaciones que se han mantenido en el tiempo.
Sea como fuere, en ambos casos el mecanismo que subyace es el mismo: la persona se ve desbordada por sus emociones y no se consiguen integrar las vivencias, sino que permanecen activas pudiendo manifestarse sintomatología en otros momentos o generar preocupaciones, comportamientos disfuncionales o problemas psicosomáticos.
¿POR QUÉ EL CORONAVIRUS PUEDE SUPONER UNA EXPERIENCIA TRAUMÁTICA?
Como hemos visto, la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus ha interrumpido nuestra cotidianidad de forma abrupta, rompiendo nuestros hábitos y rutinas, y convirtiéndose, así, en una experiencia totalmente inesperada para nuestro cerebro.
Durante estos meses hemos tenido esa percepción de peligro de forma prácticamente constante. Nuestro cerebro se ha ido adaptando y reaccionando lo mejor que ha podido, pero en algunos casos los niveles de estrés y malestar vividos han sido muy elevados.
En estos casos, se está observando un aumento en el número de casos de estrés postraumático en consulta, sobre todo dentro del personal sanitario que ha estado en primera línea de batalla cuidando a enfermos/as de coronavirus.
¿CÓMO INFLUYE VIVIR UN TRAUMA EN NUESTRAS VIDAS?
Al vivir un episodio traumático, nuestro cerebro no puede procesar toda esa información correctamente debido al elevado nivel de estrés: se producen muchos cambios a nivel hormonal, como el aumento de cortisol, produciendo una sobreactivación de nuestro sistema límbico (encargado de la gestión de nuestras emociones) que nuestro cerebro no puede afrontar.
Por ello, es posible que dicha situación vivida se repita continuamente en nuestra mente o, por el contrario, también puede ocurrir que esos recuerdos queden bloqueados y no podamos acceder fácilmente a ellos.
Existen diferentes síntomas que pueden aparecer tras experimentar algún trauma y experimentar estrés postraumático:
- Recuerdos intrusivos o revivir la situación involuntariamente. Al pensar en ello, se experimentan emociones y sensaciones similares a los experimentados en la situación original. También es posible tener pesadillas acerca del evento traumático.
- Evitación de lugares, situaciones similares o personas que nos recuerden a la experiencia traumática.
- Bloqueo emocional ante el evento ocurrido.
- Negación de la experiencia o no querer hablar sobre el episodio traumático. Como hemos visto, también es posible no recordar ciertos aspectos importantes del evento traumático.
Además, la persona puede mostrarse más irritable en su día a día, sentirse nervioso/a o con ansiedad, tener dificultades de concentración o sentirse asustados/as con facilidad.
Estos síntomas pueden interferir en la capacidad de realizar las tareas diarias y alterar el ritmo de vida.
¿QUÉ PUEDO HACER?
Actualmente, el virus sigue presente en nuestras vidas y ese estado de alerta e incertidumbre se mantienen.
Por ello, te aconsejo que sigas las medidas que vimos en posts anteriores sobre cómo reducir el malestar psicológico ante el coronavirus, cómo volver a la normalidad y afrontar ese miedo al desconfinamiento. De esta forma, a través de dichas pautas, podrás hacer frente a tu día a día reduciendo tu nivel de angustia.
Si te sientes identificado/a con los síntomas comentados, te recomiendo que busques ayuda profesional para poder superar esa herida emocional y que puedas vivir dejando ese trauma en el pasado, sin que afecte a tu presente.
En PsicoLaume utilizamos el tratamiento de elección para superar cualquier evento traumático: la terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares). Con EMDR te ayudaremos a procesar el recuerdo traumático de forma adecuada, dándole una segunda oportunidad a tu cerebro.
Y, como ya sabes, si quieres, ¡puedes dejarnos tus dudas o contarnos tu experiencia en el apartado de comentarios!