- ¿Has sentido alguna vez que los logros que estabas consiguiendo se debían a un golpe de suerte?
- ¿Has pensado que las felicitaciones que recibes, tu puesto de trabajo o tus avances son una casualidad que no tienen nada que ver con tu esfuerzo o valía?
- ¿Piensas que eres un fraude o que no mereces aquello que logras?
Si crees que no te mereces lo que consigues o que no vales tanto como los/as demás creen, ¡te animo a seguir leyendo!
¿QUÉ ES EL SÍNDROME DEL IMPOSTOR?
El síndrome del impostor, también llamado síndrome del fraude, está relacionado con la dificultad para atribuirse los propios logros y reconocer la valía personal.
A pesar de las pruebas objetivas sobre su propia competencia, estas personas están convencidas de que son un fraude y no merecen los logros conseguidos. Por ello, los éxitos se rechazan y se atribuyen a factores externos. Es decir, se piensa que son fruto de la suerte o se consideran una pura coincidencia, aunque los/as demás indiquen lo contrario.
“No estoy a la altura…”
Es posible que este sentimiento no esté presente en ti de manera constante y aparezca en momentos puntuales de incertidumbre e inseguridad como, por ejemplo, un nuevo puesto de trabajo o un logro concreto. Por el contrario, también puede ocurrir que notes que esta sensación te acompaña continuamente y sientas miedo a que los/as demás descubran que no eres tan bueno/a o válido/a como creen y que en algún momento descubrirán tu verdadero yo. Estas emociones son realmente muy desagradables y pueden incrementarse a medida que pasa el tiempo.
SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DEL IMPOSTOR
El nombre de este síndrome consiste simplemente en una etiqueta, que engloba un conjunto de síntomas, generada con el objetivo de poder darle un nombre general para referirnos a esta dificultad de reconocer la valía personal y los propios logros.
El síndrome del impostor o síndrome del fraude está relacionado con la autoestima. Las personas que muestran dicha dificultad en la creencia de merecerse exitosos/as no presentan un buen autoconcepto de sí mismos/as y, por consiguiente, no se consideran capaces o suficientes; teniendo, en líneas generales, una baja autoestima.
Los principales síntomas o manifestaciones que definen el síndrome del impostor son:
- Creencia de no merecer los propios logros o que no son justos.
- Atribución externa de los méritos conseguidos, es decir, considerarlos debidos a la suerte, el azar o cualquier otro motivo ajeno.
- Incredulidad de las propias capacidades: inseguridad.
- Temor a ser descubierto como un fraude.
- Expectativas de fracaso ante situaciones habituales de éxito o excelente rendimiento.
- Insatisfacción y falta de confianza personal, que producen una reducción de la motivación.
- Sentimientos de tristeza, desesperanza o ansiedad.
Se tiende a pensar que el síndrome del impostor es más frecuente en el ámbito laboral, pero es necesario recalcar que muchas personas comienzan a experimentarlo en la etapa escolar. Además, estas emociones pueden aparecer en todos los ámbitos de la persona.
¿CÓMO SUPERAR EL SÍNDROME DEL IMPOSTOR?
Como decíamos anteriormente, el síndrome del impostor es una etiqueta creada para nombrar un conjunto de síntomas.
En PsicoLaume, psicóloga sanitaria online en Madrid, trabajamos no sólo los síntomas sino el origen de estos. En este caso, es fundamental abordar las raíces de estas creencias y sensaciones de inseguridad para conseguir el bienestar en el día a día.
A través de nuestra terapia EMDR, también adaptada a nuesta metodología online, lograrás recuperar la seguridad que buscas.
A continuación, te presento algunas cuestiones que tenemos que tener presente para superar el síndrome del impostor.
1. Concepto de fracaso.
¿Qué significa para ti fracasar? Debemos plantearnos qué concepción tenemos del fracaso, es decir, saber si consideramos los errores como una parte más del camino o son algo destructivo y determinante en nuestra vida.
2. Concepto sobre ti mismo/a.
Es muy importante conocer qué valor te das a ti mismo/a: ¿te consideras suficiente, valioso/a, capaz? ¿Te quieres y te aprecias?
3. Tu entorno.
¿Te sientes valorado/a? Un aspecto muy importante de la relación con nosotros/as mismos/as está en la relación que tenemos con nuestro alrededor. Es posible que, si no te has sentido valorado/a, tú también hayas aprendido a hacerlo.
4. Tu lenguaje interno.
El lenguaje interno es la forma en la que nos hablamos a nosotros/as mismos/as. A veces somos nuestros peores enemigos/as. ¿Cómo te tratas cuando las cosas no salen como esperas?
5. Tu nivel de autocrítica.
La sensación de que “nunca es suficiente” suele estar presente en el síndrome del impostor. Debido a esto, continuamente nos marcamos nuevas metas y no estamos satisfechos/as con lo logrado.
Si te sientes identificado/a con el síndrome del impostor y quieres poner fin a esta sensación constante de inseguridad, pide ayuda. La terapia psicológica te ayudará a identificar las claves de tus dificultades y lograrás sentirte bien, seguro/a y capaz.
