¿RELACIÓN DE PAREJA SANA O TÓXICA? LAS CLAVES PARA PODER DIFERENCIARLO

¿A veces dudas de si tu relación de pareja es sana? ¿Te preocupa tu relación y quieres saber si vuestras bases son o no saludables? ¿En alguna ocasión has tenido una relación de pareja y quieres aprender más sobre ello?

Si es así, te animo a seguir leyendo.

Una relación de pareja es un vínculo afectivo que implica un proyecto en común, construido desde el consenso, la libertad, la igualdad y el respeto.

¿QUÉ ES UNA RELACIÓN DE PAREJA SANA?

Normalmente, todo el mundo define qué es una relación de pareja tóxica, pero ¿qué es realmente una relación de pareja sana?

Una relación de pareja sana es aquella que es simétrica, es decir, han construido su vínculo desde la igualdad, la comunicación, la confianza y el respeto. 

¡Cuidado! Una relación sana no es sinónimo de una relación perfecta. Todas las relaciones presentan puntos de debilidad y ciertas dificultades en el camino, esto es algo normal que se gestiona desde este vínculo saludable.

¿POR QUÉ HAY RELACIONES TÓXICAS?

Las relaciones tóxicas no lo son porque las personas que la conforman sean “personas tóxicas”, sino por el tipo de interacción que se ha establecido entre ellas.

Existen determinados mitos del amor romántico, estereotipos y creencias sociales que hablan de cómo debería ser el amor, una relación de pareja, los roles, etc.

Desde la infancia, escuchamos frases sobre el amor que normalizan el dolor o el daño como parte de un proceso natural en una relación afectiva: “quien bien te quiere, te hará llorar”, “los/as que se pelean, se desean”, entre otras.

Además, los mitos del amor romántico como, por ejemplo, “el amor lo puede todo”, nos inculcan y potencian esa necesidad de aguantar ciertas situaciones y luchar por amor.

Aparecen ideas erróneas sobre la confianza y el control, y se da una mayor relevancia al papel que tiene la pareja en la vida del individuo, siendo, en ocasiones, indispensable en su vida y sin la cual su existencia pierde sentido.

Por ello, las relaciones tóxicas tienen su base en estos patrones y creencias aprendidas que nos influyen.

Asimismo, existen factores personales que también es necesario mencionar. Tener una historia vital donde el miedo al abandono o al rechazo están muy presentes, así como dificultades en el apego suelen relacionarse con la dependencia emocional.

Esta vinculación afectiva se correlaciona con trastornos del apego. El apego es el lazo emocional que establecemos con las personas significativas de nuestra vida, aquellas con las que compartimos sentimientos de pertenencia y seguridad; son parte de nuestro “tejido emocional” y se crea desde edades muy tempranas.

Generalmente, las personas que acaban desarrollando dependencia emocional establecen vínculos caracterizados por un apego ansioso o inseguro. Es decir, lo predominante en sus vínculos es un miedo persistente a que la relación se termine. Este patrón es recurrente y se repite en las diferentes relaciones que la persona establece a lo largo de su vida.

Por consiguiente, las personas que manifiestan comportamientos relacionados con dicha dependencia emocional, suelen tener una baja autoestima y un alto grado de inseguridad.

¿MI RELACIÓN DE PAREJA ES SANA O TÓXICA?

A continuación, te explico las claves que te ayudarán a diferenciar si tu relación de pareja es o no saludable.

1. Respeto, confianza y reciprocidad.

El respeto, la confianza y la reciprocidad son pilares básicos que deben existir en una relación de pareja sana. Confiar en que tu pareja te acompañará mañana en tu camino, creer su palabra y en aquellos límites que habéis establecido.

El respeto es la capacidad de tratar a la otra persona como igual, es decir, ninguno de los miembros de la pareja se encuentra por encima o por debajo del otro.

2. Establecer límites.

Existen muchos tipos de pareja, por lo que es necesario que ambos/as estéis de acuerdo en qué tipo de relación queréis formar. Es recomendable que cada uno/a exprese su punto de vista y sus límites en la relación. Esto es algo que puede revisarse con el tiempo e ir adaptándose en las nuevas etapas, tomando las decisiones de forma libre y consensuada.

3. Espacio compartido y espacio individual.

No es necesario hacer todo juntos/as. Cada uno/a debe mantener su espacio personal para aficiones, ocio o estar con otras personas como amigos/as o familia. Además, también es importante el tiempo compartido, ya que formáis un proyecto común: pasar momentos juntos/as, compartir aficiones comunes y lo que conlleva el día a día de una pareja como tal.

Recuerda, ¡el espacio individual es fundamental para una relación sana, así como momentos de calidad e intimidad juntos/as!

4. Libertad.

Tu pareja no te pertenece y no es un objeto que puedas poseer. Sois personas libres, que habéis elegido voluntariamente estar juntos/as. Cada uno/a decide sobre su propia vida y no deben existir prohibiciones, conductas de control, etc.

5. Comunicación respetuosa.

La comunicación es fundamental en una relación de pareja. Escucharse y comprender lo que la otra persona nos está diciendo son los primeros pasos que debemos dar. Una vez logrado esto, el estilo de comunicación asertivo nos ayudará a poder expresar cómo nos sentimos e intentar llegar a un acuerdo, siempre respetando a la otra persona.

6. Reforzar a tu pareja.

Transmitir a tu pareja las cosas que te hacen sentir bien o las conductas que tiene y tú consideras positivas o te ayudan, es un comportamiento propio de las relaciones sanas.

Para poder transmitir estos aspectos positivos, primero hay que trabajar la identificación de aquellas cosas de tu pareja que te gustan y te hacen sentir mejor. Después, es momento de pasar a la acción y expresarlas. Transmitirle cómo te sientes con esa conducta, con esa forma de ser que tanto te gusta de tu pareja os ayudará a sentiros mejor mutuamente.

7. Cuidar la relación.

Una pareja requiere tiempo y dedicación. Mostrar afecto, apoyo, escucha, así como pasar tiempo juntos/as y compartir planes son buenas formas de alimentar una relación. Esto debe ser recíproco, es decir, hacerlo los dos miembros de la pareja.

¡Las relaciones de pareja hay que cuidarlas!

8. Trabajar en equipo.

Una relación de pareja sana trabaja en conjunto, coopera y colabora. ¡Los/as dos sois importantes y formáis un buen equipo!

En muchas ocasiones estos puntos no se dan en una relación y se hace difícil continuar sin mejorar estos aspectos. La terapia de pareja es la ayuda psicológica eficaz para resolver estas dificultades y poder lograr una relación sana.

¡Pedid ayuda si lo necesitáis! Y recuerda: ¡el amor sí tiene límites!

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